El diseño simplificado de dispositivos exige soluciones no sólo componentes individuales.
IoT vive y muere del éxito de las aplicaciones que habilita. Las primeras dos décadas han sido testigos de enormes esfuerzos para comprender cómo todas las tecnologías complejas e interrelacionadas pueden trabajar juntas e interoperar para crear los dispositivos necesarios para habilitar las aplicaciones, pero ahora, a medida que las implementaciones alcanzan una escala significativa, estamos ingresando a un mercado competitivo en qué pruebas y pilotos están pasando a un segundo plano. Esto significa que los diseñadores de dispositivos buscan cada vez más un enfoque simplificado y acelerado en el que los componentes básicos de la funcionalidad se puedan integrar rápidamente en los dispositivos.
Esta simplificación será vital para permitir economías de escala a medida que los volúmenes de dispositivos aumenten a las decenas de miles de millones que originalmente se predijo que habría ahora. También juega un papel fundamental en el éxito o el fracaso de las iniciativas de IoT de las organizaciones. Los dispositivos complejos, desarrollados de forma aislada, retrasarán el tiempo de comercialización, ya que el trabajo de integración y el cumplimiento de las regulaciones ralentizarán el proceso de creación del dispositivo. Esto en sí mismo costará dinero pero, lo que es más preocupante, también podría costar la oportunidad de liderar un nuevo segmento de mercado debido a la demora que permite a los competidores ganar clientes.
En este informe (en inglés) realizado por George Malim y patrocinado por DigiKey Electronics se evalúa cómo se están simplificando los enfoques en los componentes de los dispositivos de IoT y se examina la tendencia hacia la utilización de un número menor de subconjuntos pre integrados para ahorrar costos y acelerar el tiempo de comercialización.